La empresa se muestra transparente en el momento de presentar una oferta laboral. Esta oferta presenta cada uno de sus apartados bien redactados, de forma clara y detallada. Por otra parte, la empresa dispone de un departamento de Recursos Humanos con los suficientes medios para orientar a quién muestre interés por dicho puesto de trabajo; informar y acompañar, realizar un proceso de selección íntegro, adaptarse a la realidad de cada candidato.
Durante el proceso de selección, la empresa, dispone de diferentes perfiles profesionales para adaptar las partes de dicho proceso. Desde Recursos Humanos se mantiene el contacto con distintas organizaciones y profesionales específicos, para que, día tras día, el camino hacia el puesto de trabajo sea más llano y cómodo, para aquel que decida aplicar a él.
Se concibe el proceso de selección como un recorrido que va más allá del C.V. del candidato. El currículo es un primer paso que expone de cada persona quien es, pero lo que realmente se valora en el camino hacia el puesto de trabajo es la actitud, la formación, las habilidades, las competencias y el espíritu de superación, conocer qué puede aportar cada aspirante a trabajar en la organización. Más allá de la experiencia que puede tener una persona, más allá de sus titulaciones, todos y cada uno de los candidatos son tratados por igual y se hace una valoración individualizada de cada candidato.
Al final, la empresa ofrece sus ofertas laborales abiertas a todo tipo de colectivo, dando la posibilidad de qué quien quiera presentarse lo haga con toda libertad. Además, comprometida con la inclusión de personas que se sitúan en riesgo de exclusión laboral, trata con especial atención a aquellos candidatos que pertenecen a estos colectivos llevando a cabo cierta discriminación positiva.